Muchas gracias a todos los que os habéis pasado por aquí durante todos estos años.

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¡Un abrazo!

Mal repetidor



"No one will survive to the end of love"
(End of love - Clem Snide)


Hagan el siguiente ejercicio de imaginación: pongan por caso que un hijo suyo (primo, sobrino, amigo,…) tiene que enfrentarse a un examen vital para sus aspiraciones pero al que se presenta no sólo con muchas dudas respecto a su preparación sino con un temario cogido con pinzas, donde los temas más importantes del examen no se han estudiado porque directamente no se tienen y que gracias a su galopante falta de recursos tiene que escribir los exámenes a lápiz. El chico tiene talento (eso dicen) pero lo malgasta en hacer chuletas, en buscarse excusas para sus fracasos y en estudiar temas que son repetidos y no hacen falta. Con más pena que gloria va sacando las asignaturas con malas notas, palizas de última hora y a base a recurrir a ese talento natural que aparece en los momentos más complicados de forma inesperada pero los exámenes son cada vez más difíciles y todo hace indicar que para seguir en el curso de los elegidos hace falta no sólo seguir haciendo lo mismo sino intentar tener todos los temas que caen en el examen y prepararlos con criterio. Todo el mundo es consciente de ello pero imagínense que tres meses después de acabar el curso (con más pena que gloria) nuestro querido protagonista se presenta en la remozada aula del instituto exactamente igual y con los mismos elementos que tenía tres meses antes, sin la mitad de los temas (los más importantes) y escribiendo a lápiz. ¿Alguno de ustedes entendería que su papá dijese que el niño aspira no sólo a aprobar sino a ser el primero de la clase? ¿Alguno de ustedes tendría la más mínima esperanza en que el niño hiciese un buen año? Como bien han adivinado ese niño es el Atlético de Madrid y ayer le dieron una buena bofetada en su vuelta al cole. Quítenle los fuegos artificiales de directiva y prensa, piensen que los “crecepelo” que venden manoletes y avellanes son simplemente agua con azúcar y verán cual es la verdadera situación.

Porque la verdadera situación es la que se vio ayer en Málaga. Si, ya sé que es el primer partido, que son sólo tres puntos, que no se ha perdido nada, que un fallo lo tiene cualquiera, que no se puede exagerar…, lo que quieran ustedes. A mi no me asusta perder el primer partido contra el Málaga, lo que me asusta es perder 3-0, frente a un equipo con ocho jugadores nuevos que se supone que está menos rodado que nosotros y hacerlo como se hizo, con todos y cada uno de los fantasmas del año pasado (y del anterior, y del anterior, y del anterior…) a saber: falta de mentalidad en el inicio, saliendo "a ver que pasa", falta de agresividad en todo momento, incapacidad para tener el balón en los pies, incapacidad para crear fútbol de ningún tipo, incapacidad para abrir un equipo cerrado, errores de concentración, errores garrafales de una defensa por la que han pasado infinitos jugadores y una sospechosa indolencia de algunos jugadores horas antes de la diáspora FIFA. Eso es lo que me asusta, que seguimos presentándonos a los exámenes con lápiz y sin tener todos los temas del temario. Me asusta que no tenemos (ni vamos a tener) un centro del campo digno de primera división mientras el resto de equipos tiene dos jugadores por puesto. Me asusta que seamos el tercer presupuesto de la liga y el 70% de los partidos tendremos que ser el equipo que lleve la iniciativa sin tener ninguna capacidad ni recursos para poder hacerlo. Me asusta que nos enfrentamos a una temporada de más de 50 partidos que tendremos que jugar con tan sólo once jugadores donde alguno de ellos incluso no debería ser titular. Me asusta que Cléber “Castaña” sea nuestro jugador número doce, Sinama “sin-gol” nuestro revulsivo y el vago redomado de Reyes nuestro “gran fichaje” del verano. Lo siento señores pero más que enfadado estoy asustado y mi ilusión se fue con los titulares de los periódicos de primeros de Julio.

Dentro unas horas se cierra el plazo de fichajes y mientras escucho como los equipos decentes y profesionales ya tienen apuntalada la plantilla o se dedican a buscar esa guinda que le falta al pastel o ese puesto que no tiene recambio, nuestro inútiles hacen mutis por el foro y vete a saber que es lo que están haciendo. No sé si me da más miedo que no ocurra nada y nos quedemos con los paquetes de Heitinga, Reyes, Cléber, Valera, Pablo (si, Pablo)… sin laterales, sin delantero reserva y sobre todo sin ningún centrocampista decente o que hagan un ejercicio de estulticia in extremis, de esos que a los que nos tienen acostumbrados.

Veremos lo que pasa pero de momento tenemos quince días en puestos de descenso. Eso es lo que yo llamo empezar con ilusión y buen pie.

Ese gran estratega

Hace un par de años escuché al presidente del Getafe decir una cosa que se me quedo grabada en la cabeza y que era algo así como: “mi misión es completar una plantilla con dos jugadores por puesto que compitan entre ellos por jugar. La calidad de los fichajes dependerá de nuestro presupuesto, del precio del mercado, de los descartes que hagan los grandes y de las posibilidades de cesión que tengamos pero cuando empiece la liga tendremos dos jugadores por puesto. El resto es misión del entrenador”. La frase es tan evidente que duele, pero duele mucho más ver la labor al respecto de un presunto profesional como se supone que es García Pitarch. Muchas veces me he hecho la pregunta de cuál es la verdadera misión de un director deportivo (o secretario técnico, como se decía antes) pero si tuviese que responder viendo cómo funcionan el Getafe y el Atleti en este apartado creo que la respuesta sería clara y evidente. En nuestro caso el director deportivo es una especie de Mister Bean que sólo sirve para liar las cosas y que los demás se rían.

Desde el club se justifica la falta de oxígeno en la plantilla por la acuciante crisis que todo lo invade, en la consiguiente falta de liquidez y en la dificultad de financiación pero cualquier persona con memoria ligeramente superior a la de un merluzo recuerda que la dificultad en la financiación para el atlético de Madrid es anterior a la actual crisis y sus razones habría que buscarlas mejor en la credibilidad de quien lo pide y en la fama que les precede antes que en ninguna crisis internacional. Aun así, aunque fuese verdad, se supone que la labor de la dirección deportiva es primero saber lo que se quiere y después echarle imaginación para conseguirlo. Si el Getafe (o cualquiera) necesita un lateral derecho, oferta, rastrea por el mundo, espera descartes, pide cesiones, sube a alguien de la cantera… pero al final consigue un lateral derecho. Si García Pitarch necesita un lateral derecho (suponiendo que tenga capacidad para detectar que no existe uno sólo en la plantilla) lo que hace es fichar a un central de 32 años que viene libre de un equipo de segunda división para que se haga amigo de los otro cinco centrales que ya tenemos en plantilla.

El director deportivo no debería ser además un simple negociador sino el arquitecto de la filosofía de juego del equipo pero eso es algo que me temo tampoco entiende el enigmático cerebro del señor Pitarch cuando pretende componer una plantilla de jugadores de clase (Forlán, Agüero, Simao, Jurado,..) y se la entrega a un entrenador que solo quiere jugadores físicos. El Atleti no sabe a lo que juega porque su director deportivo tampoco lo sabe. Abel intenta componer una especie de equipo con los mimbres que tiene pero le faltan mediapuntas de nivel para jugar con un 4-2-3-1 como él quiere y le faltan centrocampistas de creación para jugar con un 4-4-2 o un 4-3-3. Le faltan jugadores de banda para jugar por bandas y le faltan laterales para jugar con interiores. La plantilla del Atlético de Madrid es un auténtico desastre y lo es por culpa del director deportivo. Ningún equipo (salvo los privilegiados del movimiento que tienen barra libre) tiene dinero para gastar pero todos se las ingenian para presentar plantillas compensadas. Podrán ser mejores o peores, más o menos competitivas pero son plantillas compensadas. Hagamos un breve análisis de la nuestra:

Portería. Asenjo/Roberto. Falta experiencia y sobra futuro. Es un puesto demasiado crítico como para confiarlo a la promiscuidad del bueno de Asenjo pero no es de los que están peor. Aun así creo que no habrá ninguna rivalidad.

Lateral derecho: No tenemos ninguno. Cualquiera que juegue ahí (Heitinga, Perea, Ufjalusi) tendrá las carencias que lo hicieron jugar principalmente en otro puesto. No habrá competencia, jugará el que saque el palito más corto y siempre estarán en el ojo de huracán. El resto de equipo también lo saben. ¿Alguien es capaz de citar un equipo profesional que no tenga un lateral derecho en su plantilla?

Lateral izquierdo: Recuperar a un Antonio López en horas muy bajas los últimos años es la única posibilidad. La alternativa es un Pernía que era muy malo cuando llegó y que cada vez es menos alternativa. Dudo que este año lo sea más que por extrema necesidad.

Centrales: tenemos para dar y tomar. Es la obsesión de Pitarch que los ficha incluso por vicio hasta el punto de tener que devolverlos pocos días después (Eller, Cabrera,…). Aun así sigue sin tener claros titulares. Juanito sólo puede ir a peor y Dominguez parte siendo el cuarto central lo que probablemente significará su tumba futbolística. Ese es el cariño con el que Pitarch trata a la cantera también.

Mediocentros: Jugando con cualquier sistema que no precise de doble pivote se necesita algún centrocampista de creación de los que no tenemos ni uno. Ni titular ni reserva. Jugando con doble pivote se necesita que al menos uno de ellos mire hacia arriba pero tampoco tenemos ninguno de esos. Tenemos un titular de pivote defensivo (Asunçao) y tres reservas (Camacho, Raúl García y Cléber) por lo que sobrarían dos de estos y faltarían dos de los otros. Un desastre, vamos.

Interior derecho: No tenemos ninguno tampoco aunque hace años que juega ahí Maxi. Vivirá bastante tranquilo y sin competencia si la alternativa es Sinama.

Interior izquierdo: Sólo está Simao que vivirá muy tranquilo y sin competencia ya que Reyes ni siquiera ha demostrado ser futbolista.

Delanteros: Kun y Forlán sin recambio aparente ni nadie que les pelee el puesto. Sólo dejarán de jugar cuando estén fundidos o lesionados. Decir que Sinama es recambio es una broma y sacar a Jurado significa cambiar el sistema puesto que no es delantero.

De once posiciones tres están sin cubrir (lateral derecho, interior derecho y mediocentro creativo) y 5 no tienen apenas competencia (2 delanteros, interior izquierda, lateral izquierdo y portero). Lo único que parece estar cubierto es el mediocentro defensivo y los centrales que son precisamente las posiciones en las que seguimos fichando jugadores.

La liga empieza el domingo y el plazo de fichajes se cierra un par de días después. Garcia Pitarch supongo que estará de vacaciones que para eso estamos en agosto.

En la casilla de salida (por fin)

A pesar de la poca brillantez (con permiso del Kun Agüero cuyos renovados ánimos por esta camiseta fue lo mejor de largo de la noche y augura grandes tardes de fútbol) y la sobredosis de sopor que supuso el partido de pseudo-champions, lo cierto es que el 2-0 es un resultado imponente que sirve para que el Atlético de Madrid esté por segundo año consecutivo en la máxima competición europea, algo que es la primera vez que pasa en la historia como bien recuerdan rotativos y trileros de las ondas herzianas sin reparar en que el carismático titular tiene más trampas que un prestidigitador. El Atleti, sea como sea, vuelve a estar por derecho propio en la elite europea y eso debe servir para dar carpetazo al ejercicio anterior, de infausto recuerdo, mientras se encara el futuro con ánimos renovados y limpios de pluma y paja… ¿o no? El partido contra el Panathinaikos deja para mi cuatro lecturas diferentes:

Social. Este que escribe, abonado desde tiempos inmemoriables y asiduo al Vicente Calderón llueve o truene, no estuvo en el campo y no tenía ninguna excusa para no estar más allá de mis convicciones morales respecto a los 20€ que se les solicitaba a los abonados. Tampoco era una cuestión de penuria económica sino de entender que era una tomadura de pelo disfrazada de menosprecio a una afición a la que creo que este club tiene mucho que agradecer y poco que reprochar. A pesar de la campaña publicitaria de tintes fascistas que con violencia inusitada ha aparecido en los diarios deportivos en los últimos días, uno estaba convencido de que el subconsciente colectivo del Atleti estaba por encima de los cantos de sirena del Ministerio de la Verdad, con sede en las oficinas del Calderón y soldados en todas la redacciones “serias”, y demostraría al mundo su personalidad y orgullo. Una vez más me equivocaba. El aspecto de la grada fue más que digno y la afrenta de la directiva para con su afición por tanto no se entendió como tal con lo que pasará a la historia sin dejar ningún recuerdo y dando la razón al club. Cada vez tengo más claro que esta forma de pensar que se estila en la resistencia cibernética de la red poco tiene que ver con el sentir mayoritario del nuevo colchonerismo lo cual me hace pensar, claro, pero también me llena de pena y de sonrojo. No porque piensen diferente a mi sino por lo que piensan y su similitud con el pensamiento del enemigo.

Deportiva. La plantilla es corta, el equipo está descompensado y todo está cogido con pinzas. Falta fútbol y sobra talento arriba. Abel tiene que construir una mesa con tres patas y eso es harto difícil. A veces parecerá estable y a veces parecerá una mesa pero siempre será una mesa de tres patas con lo que cada vez que alguien se apoye en el sitio adecuado la tirará abajo. Se dominó el partido pero no se tuvo el balón con especial aporte negativo en este sentido de un Raúl García que volvió a dar otra lección de inutilidad sobre el césped. Su presencia en el once titular obedece a que no existe en la plantilla jugadores en esa posición, ni mejores ni peores. Cléber es infinitamente mejor como futbolista pero me temo que ha llegado algunas décadas tarde puesto que desgraciadamente al fútbol ahora se juega corriendo y no andando. No se pasaron verdaderos apuros pero los griegos tuvieron muchas ocasiones claras lo que siembra dudas razonables sobre el sistema defensivo y sus protagonistas. El equipo parece más serio pero eso es algo no muy difícil de conseguir viniendo de tres años con un entrenador de verbena y chirigota. Veremos…

Dirección técnica. Estoy cansado de hablar de Pitarch. Creo que ha llegado un punto en que esa palabra: Pitarch (lo siento por los que compartan apellido) denota en si misma todos los calificativos negativos que un director deportivo pueda acumular. El mejor momento de este penoso profesional en la disciplina del Atlético de Madrid está por llegar y será el día que se largue o de que lo echen a gorrazos. El Atlético de Madrid tiene probablemente la plantilla peor diseñada de todos los equipos profesionales de todas las ligas europeas. No, no crean que mi conocimiento futbolístico alcanza para conocer los fichajes veraniegos de, por ejemplo, el Utrecht FC pero nuestro diseño es tan sumamente malo que no me entra en la cabeza que exista uno peor. Por supuesto que tenemos grandes jugadores (eso no lo pone nadie en duda) pero sería difícil encontrar en el mundo un equipo sin un solo lateral derecho en la plantilla, con todos los porteros por debajo de los veintipocos años, con siete centrales en plantilla, con un lateral izquierdo al que se mantiene con ficha porque su situación personal da pena, sin un solo centrocampista de creación, sin un solo sustituto de garantías para sus interiores (en algún caso incluso sin garantías, directamente no hay sustituto), sin un sustituto de garantías para cualquier puesto de la delantera (idem) y con tres jugadores ocupando ficha en el primer equipo que el año pasado ya no valían (nunca valieron) pero que nadie en el panorama futbolístico quiere adoptar teniendo que realizar un mínimo esfuerzo económico (demostrando con ello el brutal potencial de los mismos). Esa es la plantilla del Atleti. Faltan algunos días para que se cierre el aspecto de fichajes pero me temo que son demasiados objetivos para un fusil tan sumamente malo.

Europea. El rival griego que nos tocó en suerte en el temido sorteo, Panathinaikos, no ha estado a la altura del evento en ningún momento resultado ser una eliminatoria más cómoda de lo esperado. Sin ver la mejor cara del Atleti (espero que de lejos) los griegos han resultado ser muy inferiores en todos los aspectos sin llegar a poner realmente en peligro la clasificación en ningún momento pero recuerdo que Panathinaikos fue primero de su grupo en la Champions del año pasado con la misma plantilla de este año pero sin las incorporaciones de campanillas del verano. ¿Es este entonces el verdadero nivel medio de la Champions? Probablemente si. Por eso duele todavía más salir a la competición con la cantinela de que “el simple hecho de jugar la liga de campeones es un premio porque no tenemos nada que hacer”, una cantinela que el cancerígeno de Aguirre disfrutaba aplicando al equipo. Creo que Abel es consciente de la estupidez y tendrá otro talante bien distinto. El Atleti debe aspirar a todo con realismo pero sin miedo. Con modestia pero con orgullo. Que siempre sea el rival el que tenga que ganarnos.

Buenas sensaciones... mal asunto.

Hubo un tiempo, cuando la dirección del Atlético de Madrid se regalaba a deslumbrantes trileros de la palabra de verbo fácil y dudoso talento, en el que al campo saltaba un puñado de jugadores (algunos muy buenos) vestidos con la camiseta rojiblanca. A veces ganaban y a veces perdían en una normalmente aburrida suerte de ruleta rusa donde la única bala siempre estaba en las botas de alguno de esos jugadores llamados a marcar la diferencia en el colectivo. Hoy, en el mediático infierno heleno, lo que hemos visto es algo bastante parecido a un equipo de fútbol y esa es la mejor noticia para este que escribe sobre lo que se ha visto. Con carencias, errores, cosas malas y defectos pero un equipo de fútbol con una idea en la cabeza, unos conceptos por asimilar, un espíritu del que empaparse y una forma concreta y precisa con la que encarar los partidos. Abel podrá tener suerte o no, más o menos talento pero es un entrenador de fútbol y yo tenía muchas ganas de ver un entrenador de fútbol sentado en el banquillo colchonero.

El partido no fue bueno especialmente en la primera parte donde el nerviosismo inicial dio paso a una guerra de guerrillas en el centro del campo con mucho músculo, demasiada precipitación y muy poco sosiego. La buena noticia es que ese caos, a diferencia de otros tiempos desgraciadamente cercanos, ni era provocado por nosotros ni nos beneficiaba. Poco a poco el equipo fue cogiendo su sitio y se vio lo que quiere Abel como concepto defensivo: un equipo muy junto con una defensa en línea adelantada y presión en campo contrario. Puedes no estar de acuerdo con el esquema pero es evidente y claro. Todos saben donde tienen que estar y lo que tienen que hacer lo que es de agradecer. Forlán se mete en el centro, Asunçao es un valladar y la defensa parece mejor cuando el equipo está junto y no se ve desasistida. No hubo grandes sustos en esa primera mitad a pesar de la tosca verticalidad de los griegos precisamente porque el equipo estaba bien plantado y lo poco que había lo resolvía con mucha solvencia el único acierto de este equipo durante el verano: Asenjo. Asusta ver la personalidad de este muchacho y las buenas maneras que presenta. Espero que se confirme lo mucho que promete.

Pero el problema de este equipo sigue siendo el de siempre: la creación. La propuesta de Abel para el ataque es velocidad con el balón, triangulación rápida, posesión, amplitud de campo, jugar con interiores y no con extremos, así como movimientos horizontales de los puntas. Tiene buena pinta pero no tenemos jugadores capaces de mover la máquina y no hace falta una presión muy elaborada para que el equipo se atasque. Raúl García ni está ni se le espera. Cléber Santana es demasiado lento para jugar en esta liga. No hay más.

Eso si, la tradicional pegada rojiblanca que no se resiete, con un Maxi redimido que ha sido uno de los mejores, puso las cosas en su sitio quitando nervios de la cabeza y poniendo juicio en el campo. Lástima que uno de los pocos despistes defensivos pusiese el empate en el marcador nada más volver del banquillo (seguramente en fuera de juego). Nos meterán muchos goles de estos este año (balón a la espalda de la defensa adelantada) pero no siempre será culpa de la defensa. Jugando así la labor principal la tiene la presión del centro del campo para que no puedan pasar con comodidad. Ese fue el error. Pero en lo que es otra de las notas positivas de la noche el equipo lejos de venirse abajo se hizo dueño de la pelota, esta vez si, para desarrollar los mejores momentos de fútbol del partido con posesión, velocidad, criterio y peligro. Así llegaron el gol de Forlán (al que noto un poco bajo de forma) y esa deslumbrante obra de arte que fabrico el Kun Agüero. Desgraciadamente por culpa de la mala suerte (y un desajuste de Juanito, un tipo que sigo sin saber porque se viste de rojiblanco) uno de los descartes del Liverpool, el argentino Leto, nos hacia otro soberbio golazo con zurdazo desde la izquierda.

El 2-3 final es un buen resultado que podría haber sido mejor y que deja una buena sensación muchas lecturas positivas como el rigor táctico, el portero, los buenos momentos con el balón, la pegada que no se atrofia, el protagonismo en el juego de Maxi, la cercanía de líneas pero también algunos malos como el desequilibrio en el lateral derecho, la escasez y mediocridad del banquillo y la galopante falta de calidad y capacidad de creación en el medio campo.

Una lástima que la voluntaria estupidez de los ilegítimos dueños del barco y la vergonzosa negligencia del caradura que dice ser el director deportivo hagan de ese equipo un esqueleto roto, una silla coja, un coche sin volante un ajedrecista sin cerebro. Es tan lamentable como evidente. Este equipo no tiene creación, no tiene lateral derecho y no tiene banquillo lo cual es algo que ni el Kun, ni Forlán, ni Abel ni el mago Merlín pueden solucionar. Podrán enmascararlo o intentar compensarlo de otra forma pero triunfen o no seguiremos rotos, cojos, sin dirección y sin cerebro. En estos tiempos donde el entrenador del mejor equipo del mundo sale enfadado en televisión porque dice que su equipo necesita “dos o tres” retoques duele ver como ese iletrado entertainer que pasa por ser nuestro presidente se ríe hasta de su sombra mientras sigue dando patadas al diccionario.